Cuando los Messi o los Ronaldo están iluminados, no hay mucho que pueda hacer el rival. Lo sufrió Colombia con el 10 argentino hace poco por Eliminatorias y en la noche española, también le tocó al Atlético de Diego Simeone, que jugó valientemente pero igualmente sucumbió ante el rey de Madrid. El portugués clavó un hat-trick para la victoria blanca, 3-0 en el clásico de la ciudad, y aprovechando el tropezón del Barcelona, su equipo sacó cuatro de ventaja en la cima de la Liga.
Sin dudas fue una noche con suerte para Ronaldo, porque en los tres goles tuvo algún guiño afortunado, pero eso no le quita méritos al partidazo que jugó. De entrada, cuando el Atlético salió a jugarle de igual a igual, Cristiano era el único que la aguantaba arriba. Y tuvo la primera, que Oblak se la sacó milagrosamente en la línea. Pero al toque se desquitó de tiro libre, ayudado por un desvío en Varane que descolocó al 1 colchonero.
Si hay algo a lo que el Aleti del Cholo no renuncia es al carácter y salió decidido a empatarlo en el complemento. Incluso llegó a tenerlo contra las cuerdas a Keylor Navas, pero Griezmann no estaba derecho. Simeone quemó las naves con el ingreso de Ángel Correa pero, en el mejor momento de su equipo, Cristiano luchó una bola solito, se metió en el área y el árbitro compró su caída: penal y adentro. Con el local jugado llegó el 3-0, también de contra, conducida por Bale y definida por CR7.
Real Madrid metió un triunfazo en el derbi, que desde la llegada de Simeone se había emparejado (hasta hoy sumaba siete victorias, siete derrotas y seis empates) y le había traído muchos dolores de cabeza. Cristiano brilló y no solamente alcanzó a Messi y a Suárez en la tabla de goleadores -todos con ocho gritos- sino que superó a Alfredo Di Stéfano como máximo artillero histórico del clásico madrileno.
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