El equipo milanes estaba obligado a ganar, no tenía otra alternativa. El conjunto italiano había perdido tres de sus primeros cuatro partidos en la zona de grupos y ya no dependía de sí mismo, pero tenía que ganarle en su visita al humilde Hapoel Beer Sheva (que ya había sorprendido ganándole en San Siro), para tener alguna chance. Y comenzó con todo el Neroazzurro, al punto que a los doce minutos de juego pudo abrir la cuenta por un tanto de Mauro Icardi tras un buen centro de Eder.
A los 25' llegó el segundo gol de los italianos por parte de Brozovic. Todo se encaminaba como para llegar con chances al sexto y último encuentro del grupo (recibía al Sparta Praga). Pero pagó caro su irregularidad. El primer golpe llegó a los 13 del segundo tiempo, con el descuento de Lucio Maranhao. El quiebre total del partido llegó a veinte minutos del final, cuando Handanovic cometió un penal polémico y vio la roja. Juan Pablo Carrizo ingresó y estuvo cerca de tapar el penal, anotado por Nwakaeme.
Pese a quedar con un jugador menos, el Inter lo fue a buscar y pudo haber convertido. No pudo concretar las oportunidades que tuvo y ya sobre el final, llegó el 3-2 de Sahar. Y quedó eliminado.
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