Fue uno de los momentos emotivos de la noche en la sede de Conmebol, en Paraguay. Aplausos cerrados, aplausos al campeón. A Chapecoense, nada menos, el club que se hizo famoso en el mundo por la tragedia. A punto de jugar la final de la Sudamericana, se dio la tragedia del avión que enlutó a todos y dio la vuelta al mundo. Hubo solidaridad pura con el club brasileñó y este miércoles le entregaron la réplica de la Copa Sudamericana a Chapecoense, que a través de su presidente pidió compartirla justamente con Atlético Nacional de Medellín, quien la había cedido.
“Quiero dividir este premio que recibimos fruto del corazón generoso del fútbol colombiano y en especial del Atlético Nacional de Medellín. Queremos dividir este trofeo por el gesto de humanidad, de respeto, de demostración y valor al ser humano”, dijo entre lágrimas el presidente Plinio David Nes. Y compartió simólicamente la Copa Sudamericana con el representante del club colombiano. Antes de eso, y después de un emotivo video, dijo con mucho sentido común:
“Tengo una mezcla de tristeza y alegría que invade nuestros corazones. Es muy difícil controlar las emociones. Porque nuestro querido equipo hace ocho años se empezó a proyectar, con mucha determinación en busca de objetivos mayores. Este equipo buscó con optimismo, determinación y amor al equipo, ganar posiciones paulatinamente. Pasamos nuestras dificultades y desaciertos. Pero esta noche tengo el gusto de agradecer a todas las naciones, de una forma muy especial, muy cariñosa y agradecido”.
Hubo emoción y recuerdo. Hubo aplausos. Y un gesto del Chapecoense para agradecer tanto cariño. Merecido cariño.
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