Lo buscó hasta el final. Lo merecía Temperley, porque siempre persiguió el triunfo. Así, con este 1-0 ante Godoy Cruz, el Celeste -aunque sigue en zona de descenso- se entusiasma con la posibilidad de la permanencia.
El desarrollo del partido estuvo en consonancia con las campañas de ambos equipos en el torneo. Por un lado Temperley, jugando siempre con la calculadora en la mano y sus escasos recursos, buscando triunfos como sea. Del otro lado, un Godoy Cruz -sin preocupaciones de promedio- que está pensando más en el futuro (su tercera participación en la Libertadores, en 2017) que en este torneo que recorre sin traumas. Pero jugando sin ambición. Un equipo apático. En consecuencia, se vió un partido pálido por los por los pocos recursos de uno y la poca ambición del otro.
Temperley se mostró superior, sobre todo en el segundo tiempo. Por su intención de ir a buscar y porque a través de su conocido recurso de la pelota parada, estuvo cerca de romper el cero. Así, terminó convirtiendo al arquero Rodrigo Rey en figura. Parecía imposible vencerlo. Pero había un premio para la constancia, sobre la hora, en tiempo de descuento, en el que le salió el tiro del final, una definición de zurda del ingresado Marcos Figueroa. En la agonía, de la que Temperley quiere salir.
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