Dieciséis selecciones nacionales participaron en la fase final, las selecciones debutantes de Unión Soviética, Irlanda del Norte y Gales lograron quedar entre los primeros ocho finalistas. Destacándose la única vez, en la historia del torneo, en que las cuatro selecciones del Reino Unido compitieron en la fase final. El partido final se desarrolló en Estocolmo, entre Brasil y Suecia. Con una actuación del joven Pelé, los brasileños se coronaron por primera vez como campeones del mundo, al derrotar a los locales por 5:2, convirtiéndose en la primera selección que ha ganado un mundial fuera de su continente (posteriormente lo volvería a hacer 44 años después en Asia en la Copa Mundial de Fútbol de 2002).
En 1946, Suecia solicitó la organización del mundial de fútbol de 1958, la que fue aceptada en el Congreso de la FIFArealizado en Río de Janeiro, Brasil en 1950. Sin embargo, diversas federaciones encabezada por la brasileña impugnaron la decisión debido a que, según el reglamento, la Copa debía alternarse entre Europa y América. Como Suiza sería sede de la Copa Mundial de Fútbol de 1954, el torneo debía jugarse en el Nuevo Mundo. La FIFA decidió repetir la votación en 1954, pero la calidad de los estadios e instalaciones que ofrecía el país escandinavo permitió ser reelecto. Sin embargo, durante largo tiempo existieron rumores de que el torneo sería trasladado de emergencia a Chile, debido a que la infraestructura de Suecia era sumamente precaria (el fútbol todavía se practicaba de una forma amateur en dicho país) e incluso la federación sueca propuso a Noruega organizar el campeonato en conjunto, pero estos rechazaron de plano la propuesta debido a su escasa infraestructura y a que aún no se recuperaban de la invasión nazi en 1940.
Al igual que en el evento anterior, un accidente aéreo empañó la máxima cita futbolística, pues el 6 de febrero de 1958 el avión que transportaba a los jugadores del Manchester United chocó en Múnich, falleciendo diversos integrantes del seleccionado inglés luego de enfrentar al Estrella Roja de Belgrado en los cuartos de final de la Copa de Europa.
Este evento estuvo marcado por ser el segundo Mundial transmitido por televisión y, por primera vez, a más de sesenta países.
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